¿Por qué debemos proteger al medioambiente? Bueno, tenemos una sola Tierra... ¡cuidémosla como se merece!
¿Por qué debemos proteger al medioambiente? Bueno, tenemos una sola Tierra... ¡cuidémosla como se merece!
Desafortunadamente, los humanos no hemos sido buenos cuidadores de la Tierra a lo largo de los años. Para proteger el medioambiente y preservar el planeta para nuestros hijos y generaciones futuras, necesitamos tomar medidas proactivas para crear hábitos de vida más limpios.
Ya sea combustible, comida, ropa, carros, muebles, agua, juguetes, electrónicos, chucherías u otras cosas, todos somos consumidores. La clave no es dejar de consumir, sino empezar a tener conciencia sobre nuestros hábitos de consumo y cómo cada compra o acción afecta al ecosistema.
La buena noticia es que a menudo no es tan difícil, caro o inconveniente ser más amables con el medioambiente. Puede ser un reto divertido para llevarlo a cabo con nuestra familia o con nuestros compañeros de trabajo. Y a pesar de que los cambios pequeños a nivel individual pueden parecer triviales, piensa qué tan más limpio podría ser el planeta si todos adoptáramos incluso unas pocas de las siguientes modificaciones en nuestros hábitos.
Reducir tu consumo puede tener un impacto enorme sobre el medioambiente. Las tres “R” —reducir, reutilizar y reciclar— reciben mucha atención, pero el planeta podría beneficiarse si prestamos atención a la “R” más importante y más ignorada: rechazar.
Cuando rechazas, dices “no”, lo cual no siempre es fácil. Las cosas gratis en eventos, las baratijas en oferta, el juguete de moda para los niños o los electrónicos más recientes que prometen mejorar tu vida —nada de esto es esencial. Además, casi siempre terminan en la basura u olvidados en el fondo de un armario. La próxima vez que sientas la tentación de comprar o aceptar un artículo que no sea esencial, piensa si realmente mejorará tu vida. Si no lo hará, está bien decir simplemente, “¡no, gracias!”.
Bono: rechazar artículos innecesarios puede ahorrarte dinero y reducir el desorden en tu casa.
Otra palabra a la que no se le pone mucha atención, pero que tiene importantes implicaciones medioambientales, es la “descomposición”. Por ejemplo, deja que los desechos de comida y del jardín se descompongan naturalmente en el suelo, en lugar de enviarlos al vertedero. En otras palabras: haz composta.
Hacer composta con los restos de la comida y los desechos del jardín ofrece dobles recompensas: mantiene una increíble cantidad de basura lejos del flujo de residuos y produce tierra nutritiva y gratis para usarla en el jardín. Algunas ciudades ahora recogen la basura orgánica junto con la basura regular y la reciclan. Si este servicio no está disponible donde vives, no te preocupes. Puedes formar una pila de composta de bajo mantenimiento en tu jardín trasero.
Piensa en cuántas personas ves cada día tomando bebidas de vasos o botellas desechables, sorbiendo de popotes desechables, cargando bolsas desechables del supermercado, comiendo de platos o contenedores desechables y usando utensilios desechables. Todo ese plástico de un solo uso tiene que ir a algún lugar, y cada uno tiene un efecto devastador sobre nuestro suelo, océanos y vida marina.
Todos los artículos mencionados anteriormente (y más) tienen alternativas que son más amables con el medioambiente. Opta por usar artículos reutilizables y haz el compromiso de usarlos tan a menudo como sea posible. Tendrás menos basura acumulándose en tu acera, y ayudarás a proteger el medioambiente de una forma muy importante.
Pon a trabajar tu creatividad con las cosas que no usas o que no quieres, mejorándolas y básicamente convirtiendo la basura en un tesoro. Crear algo nuevo como una pieza de arte, juguetes o joyería es algo satisfactorio y una de las mejores formas de proteger el medioambiente. De esta forma, no solo mantienes tus cosas lejos de la basura, sino que puedes prevenir la compra de nuevos artículos que requieren de muchos recursos para su producción. A los niños les encanta hacer cosas, así que, en lugar de ir a la tienda de artículos para manualidades, ve qué hay en tu contenedor de reciclaje primero, ¡y deja que le den vuelo a su imaginación!
Si no puedes rechazarlo... y no puedes convertirlo en material en descomposición... y no puedes reducirlo... y no puedes repararlo o reutilizarlo... entonces es hora de la “R” final: recíclalo.
Edúcate sobre lo que puedes y no puedes reciclar en tus contenedores de reciclaje en casa. Tirar las cosas equivocadas en el contenedor de reciclaje puede provocar el rechazo de toda una carga, lo cual significa que todo eso terminará en el vertedero.
Puedes encontrar fácilmente información sobre la forma de reciclar cosas como artículos electrónicos, baterías y electrodomésticos. Investiga dónde se encuentran los lugares para reciclar estos artículos en tu municipio local y haz el esfuerzo de llevarlos a los sitios apropiados para su disposición.
¿Sabías que se requieren más de 700 galones de agua para cultivar suficiente algodón para hacer una simple playera?
En lugar de ir al centro comercial a comprar ropa nueva, considera ir a una tienda de segunda mano o de ropa usada de época, o intercambiar ropa con tus amigos. Puedes darle nueva vida a tu guardarropa sin gastar los preciados recursos necesarios para crear ropa nueva.
Comprar de segunda mano también aplica a muchas otras categorías de bienes de consumo, como juguetes y juegos para niños, zapatos, electrodomésticos, muebles, carros y más.
Ya que estamos hablando de compras, es importante pensar en el camino que las cosas siguen para llegar hasta ti. Todos esos empaques, combinados con el combustible necesario para la entrega, realmente afectan el medioambiente. Visita tu mercado de agricultores local para encontrar alimentos frescos y sin empaque, trata de comer en un restaurante que sirve alimentos de la granja a la mesa y compra cosas de artistas, fabricantes de ropa y minoristas locales antes de hacer clic para que te envíen algo en dos días.
¿Quieres proteger el medioambiente? Usa menos productos químicos perjudiciales y estarás en el camino correcto. Es difícil saber con seguridad cuáles son los efectos negativos a largo plazo que los productos químicos podrían tener, tanto en nuestro cuerpo como en el medioambiente, así que es mejor evitarlos si es posible. Opta por cuidar el jardín y el césped sin productos químicos, compra artículos de belleza e higiene naturales, limpiadores naturales para la casa y alimentos orgánicos. ¡La Tierra te lo agradecerá!
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (Environmental Protection Agency, EPA), un vehículo de pasajeros típico emite unas 4.6 toneladas métricas de dióxido de carbono al año.1 Cualquier cantidad que podamos reducir, ayudará. Para viajes cortos, trata de caminar o andar en bicicleta; obtendrás una saludable dosis de ejercicio sin poner un pie en el gimnasio. Si no es posible trasladarte a pie o sobre dos ruedas, trata de compartir el carro con un amigo, vecino o compañero de trabajo cuando se dirijan al mismo destino. Y si todo lo anterior no funciona y necesitas manejar tu carro, planea los lugares a los que tienes que ir en la ruta más eficiente para ahorrar tiempo y millas manejadas.
Conservar agua en casa es una de las formas más fáciles para proteger el medioambiente. Piensa en todas las veces que consumes agua tanto adentro como afuera de tu casa y haz los ajustes que puedas. Por ejemplo:
Estos son solo los puntos básicos. Utiliza tu creatividad cuando se trate de ahorrar agua.
Lo positivo de ser un consumidor es que tenemos el poder de elegir dónde gastamos los dólares que tanto nos ha costado ganar. Piensa en tu dinero como tu voz y tu voto a favor de un planeta más limpio. Gasta sabiamente en artículos, servicios y experiencias que dejen una huella ecológica más pequeña. Elige hacer negocios con compañías que respalden esfuerzos de sostenibilidad, utiliza fuentes de energía renovable y predica con el ejemplo cuando se trate de proteger al medioambiente.
El dinero pesa. Si suficientes personas usaran su poder adquisitivo para el bien de la Tierra, esto crearía una demanda de prácticas sustentables. Las empresas tendrían que cubrir esa demanda o quedarse atrás.
Como puedes adivinar, ¡realmente nos agrada este método de proteger el medioambiente! Cualquier momento en que puedas usar menos electricidad, es una ganancia para el planeta. Prueba algunas de estas rápidas formas de conservar energía en tu casa:
1 Esto supone que el vehículo promedio de gasolina que está en circulación actualmente tiene una economía de combustible de unas 22.0 millas por galón y circula alrededor de 11,500 millas al año. Cada galón de gasolina que se consume crea alrededor de 8,887 gramos de CO2.
Nuestros clientes han evitado generar
libras de CO2
Eso es como plantar
árboles nuevos.