En lugar de tirar a la basura cáscaras de huevo, restos de frutas y verduras, bolsas de té y restos de café, guárdalos en un recipiente aparte y crea una pila de composta. ¡Tendrás menos basura y podrás nutrir la tierra de tu jardín!

Las toallas y las servilletas de papel pueden reemplazarse por equivalentes de tela para reducir los desechos de la cocina. Simplemente, agrégalas a las cargas normales de la lavadora para obtener alternativas duraderas y reutilizables.

Cuando se trate de limpiadores de superficies y ambientadores, elige los naturales para reducir el uso de productos químicos en tu casa. Incluso puedes hacerlos tú con productos caseros comunes.

Mantener el refrigerador o el congelador un 75% lleno suele ser más energéticamente eficiente que tenerlo vacío. El contenido frío ayuda a retener el frío para que la unidad no tenga que trabajar tanto para enfriar el espacio vacío.

Al comprar alimentos en cantidades grandes se reducen los envases, lo cual ahorra dinero. Además, esto puede ayudar a reducir la cantidad de viajes que haces al supermercado, lo cual te ahorra gasolina. Solo asegúrate de que esas cantidades más grandes no se desperdicien en tu casa.

Para ahorrar agua y electricidad, lava cargas completas de platos y déjalos secar al aire en lugar de utilizar el ciclo de calor.