Si se rompe algo que tu familia utiliza regularmente, no lo des por perdido. Tómate el tiempo necesario para arreglarlo tú mismo, o llévalo a un profesional para que lo repare correctamente.

Evita que elementos peligrosos (como el mercurio, el cadmio y el plomo) acaben en los vertederos. También puedes recuperar metales reutilizables como el cobre, la plata y el oro.

Para una mudanza ecológica alquila cajas de mudanza reutilizables, envuelve los objetos frágiles en periódicos, sábanas o toallas viejas, y utiliza cacahuates de embalaje biodegradables.

Desintoxícate de la tecnología con regularidad. Desenchufa el televisor, la computadora, el teléfono y otros equipos electrónicos durante un día. Diviértete al aire libre. Comunícate con la gente cara a cara. Sé consciente del mundo que te rodea.

Antes de tirar a la basura un objeto en perfecto estado, pregúntales a tus amigos y familiares si lo quieren o dónalo a una organización caritativa local. Al fin y al cabo, lo que para ti no tiene valor, podría ser un tesoro para otro.

Menos correo significa menos desperdicio de papel y desorden en la casa. Ayuda a salvar árboles con facturas y pagos electrónicos. Comunícate con las compañías y pídeles que te eliminen de las listas de correo chatarra.