Si tienes un sistema de calefacción eléctrico, es posible que uses tanta electricidad en los meses de invierno para calentar tu casa como la que usas en verano para refrescarla. Considera poner en práctica estos hábitos para reducir tu consumo cuando sea posible.

Baja la temperatura del termostato. Por cada grado por debajo de 68 °F, puedes esperar un ahorro de aproximadamente 3% en tus costos de calefacción.

Prepara tus ventiladores para el clima más fresco. Poner los ventiladores a girar en la dirección de las manecillas del reloj hace que el calor vuelva a circular en tu casa.

Recuerda la regla de 4 por 4. Si vas a estar fuera más de cuatro horas, baja el termostato 4 °F.

Desenchufa tus aparatos electrónicos. Evita que la energía vampírica te vacíe el bolsillo. Enchufa los aparatos electrónicos en una barra de enchufes o regleta, y desenchúfala cuando no los uses.

Revisa tu calentador de agua. La temperatura ideal de un calentador de agua energéticamente eficiente es de 120 °F.

Pon manos a la obra en la cocina. Usar la estufa y el horno para cocinar puede mantener el calor en tu casa. ¡Además, cuando termines, tendrás algo de comer!